La parroquia de Carballo bate el récord de personas acogidas

  • Son casi 30 en seis centros distintos, y una parte importante, de fuera de la comarca

La parroquia de Carballo, a través de su red de asistencia que se canaliza en torno a Cáritas y al centro social, que dirige el párroco José García Gondar, acoge a casi 30 personas que carecen de recursos y se encuentran en una situación de vulnerabilidad que, sin esta ayuda, sería extremadamente peor. Las cifras pueden variar cada semana, incluso cada día, sobre todo por los inquilinos del albergue de transeúntes, pero será raro el día en que baje de 25, lo que lo convierte en un caso único a nivel provincial, e incluso de Galicia teniendo en cuenta el tamaño del municipio.

Ayer, en el albergue había tres personas. En la casa de acogida, como vivienda temporal, eran seis, de cuatro unidades familiares distintas. En la casa de A Brea hay tres unidades (cuatro miembros, uno y uno), que suman seis. En la residencia para mujeres Dona Basilisa son diez, ocupado al 100 %. Son casos variados: una madre con su hijo de dos años; otra con una niña, otra embarazada de siete meses, otra con dos hijos… Al principio no venía nadie, ahora hay lista de espera.

En la casa de Sísamo, la parroquia tiene a dos personas, sin relación entre ellas, y en la de Lema, una persona más. Es un panorama nunca visto (gente de la comarca y de fuera), entre otros motivos porque tampoco hubo tantas plazas, pero incluso las que había no se ocupaban todas. Hay que sumar toda la ayuda de Cáritas, el centro de día de Berdillo y un programa social impactante.

Cinco años de albergue para transeúntes

El miércoles se cumplieron cinco años de la inauguración del albergue de peregrinos Fogar San Xoán. Casualmente, este domingo se conmemora la jornada de las personas sin hogar, efeméride que va ligada al trabajo que se desarrolla en la parroquia carballesa, que en este caso concreto sirve para acoger a transeúntes, personas sin techo, familias en situación sobrevenida, de riesgo o exclusión social, ofreciendo un lugar digno de acogida, cubriendo las necesidades básicas, incluida la vestimenta, en caso necesario. Abre todos los días del año, y los inquilinos pueden estar un máximo de tres noches, con excepciones muy justificadas.

El primer año pernoctaron 12 personas, con 30 noches de ocupación; en el 2013, 40, con 105 noches; en el 2014, 109 (341 noches); en el 2015, 146 (471); en el 2016, 136 (370), y en lo que va de año pasaron 124 personas, ocupando cama un total de 524 noches. Así que han pasado más de medio millar de personas. A quienes no tienen impedimentos, se les ofrece la posibilidad de ocupar la vivienda de Sísamo, donde además pueden cultivar productos agrícolas o cuidar animales.

«Aquí fan un traballo moi bo»

Manuel Lema Couto, de 50 años y natural de Goiáns, y Dora Gómez Rosende, de 53 y vecina de Rus, son usuarios de la vivienda o piso de acogida, sin relación entre ambos. «Estamos contentos, isto gústanos e axúdanos», indica el hombre. «Aquí fan un traballo moi bo, a xente que hai e o que nos vale a todos», dice ella. Ambos, muy agradecidos.

«Nos ayudan mucho; la acogida, excelente»

Betty, de 46 años, es de Venezuela. Lleva siete meses en la casa de A Brea, con su marido e hijo. «Vinimos por todos los problemas que hay en nuestro país». Está contenta: «Aquí nos ayudan mucho, la acogida ha sido excelente. Nos apoyan con cursos, preparación estamos muy agradecidos». El marido ya trabaja, y en breve se irán a un piso.

«Es muy difícil encontrar trabajo»

Blanca Nieves Solegui Abuín tiene 49 años y es natural de Rianxo, Lleva en Carballo desde el 2013. No trabaja, y sin la ayuda de Cáritas le costaría mucho sobrevivir. «Es muy difícil encontrar trabajo. He repartido muchos currículos, pero nada, dicen que quieren a gente joven. Sin Cáritas -añade- no sé lo que haría».

Fuente: S.G. Rial | La Voz de Galicia
Foto: Ana García